Los pitos no tocaban en el Sánchez-Pizjuán. El Sevilla FC ha calcado el mismo papel de siempre cuando se enfrenta a equipos que defienden en bloque bajo, que no quieren jugar y que se conforman con el empate. No es cosa del lamentable estado de los sevillistas, porque este partido se ha visto en Nervión muchas veces durante el periplo de Lopetegui como entrenador sevillista.
El mito de ‘el cliente siempre tiene la razón’. Todos sabemos la poca validez que tiene esta frase que se repite una y otra vez por los mismos de siempre. El que paga, perdonen que les diga, no siempre tiene la razón y los sevillistas que silbaron hoy al Sevilla durante el transcurso del encuentro se equivocaron rotundamente. ¿Si un familiar o un amigo les pide ayuda usted les silba? ¿Obvian su estado y siguen con su vida? El equipo, desde Lopetegui hasta el último utillero, es ese amigo que pide a gritos una mano que le saque del pozo. Muchos se la negaron, aunque otros -los de siempre- estuvieron al pie del cañón los 90 minutos, tirando de él para intentar conseguir una clasificación a Champions que no se ha conseguido en la visita ante el Mallorca.
El partido, realmente, se resume fácil. El Mallorca puso sus misiles tierra-aire en el área de Manolo Reina -no estuvo Sergio Rico por los seis goles encajados ante el Granada- y el Sevilla fue incapaz de superar el escudo antimisiles de Javier Aguirre. Rafa Mir tuvo la más clara tras un saque de esquina y Salva Sevilla evitó el gol casi en la línea. A partir de ahí y durante todo el encuentro, de forma literal, Lopetegui siguió sin cambiar absolutamente nada del guion que han seguido los suyos ante este tipo de equipos. Siguió, por activa y por pasiva, cargando el área mallorquina y el resultado fue el mismo de siempre: un empate aciago.
Hay falta de trabajo de Julen Lopetegui en este tipo de escenarios. El entrenador del Sevilla no ha movido un ápice su planteamiento desde que llegó a Sevilla, mostrando una fobia a cambiar su forma de jugar a sabiendas de que no ha podido ejercerla en muchos tramos de esta presente temporada. La erraticidad que ha mostrado durante toda su etapa como técnico le ha traído al club de Nervión una Europa League y la que será su tercera clasificación a Champions de forma consecutiva, pero también una segunda vuelta en la que, pese a todos los condicionantes de la temporada, no ha estado al nivel que requiere la institución.
Tres tiros a portería -el de Rafa Mir, uno de Martial y un cabezazo de En Nesyri- ejemplifican que el libreto táctico, pese a todas las modificaciones que realiza durante los encuentros, se está quedando corto y que no hay evolución, pero no era algo que no supiésemos. Este partido se ha vivido tropecientas veces en el Sánchez-Pizjuán con Lopetegui en el área técnica pese a aquellos que defienden que el irrisorio empate ante el Mallorca se debe al mal estado del equipo. Tiren de la hemeroteca, amigos analistas, periodistas y aficionados, y se darán cuenta de que hoy, precisamente hoy, no había que sacar los pitos y los comentarios por redes sociales en contra de un Sevilla que lo logrará, pero sudará sangre para clasificar a Champions.
FICHA TÉCNICA