Ha podido ser juez de LaLiga tras el Real Madrid 2-2 Sevilla FC, pero lo que sí está claro es que los nervionenses han sido verdugos de su propio sueño. Tenía la oportunidad de engancharse de nuevo en la pelea por mínima que fueran sus posibilidades, pero la tiró por tierra en un partido que fue terrible, lleno de errores no forzados tras un comienzo espectacular. Que habla de la grandeza de los nervionenses esta reflexión, pero es una realidad.
El Sevilla es un equipo trabajadísimo al doscientos por cien pero que no es capaz de golpear en estadios de gran calibre. Doce temporadas son las que llevan los nervionenses sin ganar como visitante al Real Madrid. Los números, no solo con los merengues, si no con el resto de los históricos de LaLiga, son para echarse a llorar y Lopetegui estaba empeñado en romper esa horrible dinámica.
Con un planteamiento agresivo, de un altísimo ritmo y con un descaro exacerbado se plató el Sevilla FC en el Di Stefano para meterse de lleno en el papel de juez de esta liga 20/21. La figura del Papu como falso nueve sorprendió a propios y a extraños, pero lo cierto es que durante los primeros diez minutos la cosa funcionó como la seda hasta el primer error atrás que pudo costar el gol del Real Madrid si no lo hubieran anulado por fuera de juego desde la sala VOR. Odriozola la puso al segundo palo encontrando a Benzema, que logró rematar muy fácil ante un muy blando Koundé en el 11′.
Aunque el tanto no subiera al marcador sí que hizo efecto a los futbolistas. Los nervionenses se cohibieron ante un Real Madrid que subió una marcha más y que apretó arriba para depender de sí mismo en lo que queda de liga. Sin fortuna en sus envites, lo que nadie se esperaba fue el giro de guion tras una falta lateral, que acabó en gol de Fernando tras una buena jugada ensayada por parte de los de Lopetegui, que se adelantaron en el ecuador de la primera mitad.
A muchos no nos gusta la manera que tiene el Sevilla de gestionar la ventaja. Le da resultado, sí, pero no es lo ideal y menos ante un equipo con tanta dinamita como el Real Madrid. Ese pasito hacia atrás que dieron los de Lopetegui tras el gol de Fernando se iba a prolongar hasta el descanso y mucho más allá. Ante Kroos, Modric, Benzema y Vinicius es una quimera conceder tanto espacio.
El paso por túnel de vestuarios, con Florentino charlando con Martínez Munuera, iba a significar el comienzo de la debacle futbolística de los de Lopetegui. Si ya chirrió el partido que estaban realizando tanto Jordán como Ocampos, en esta segunda mitad se iba a ver mucho más claro. El catalán no está en óptimas condiciones tras el partido ante el Levante y Ocampos con la ansiedad de siempre propiciaron una serie de errores que parecían no tener fin. Así llegó el gol de Asensio, sin ir más lejos, con una pérdida del ex del Eibar en el centro del campo para que el mallorquín anotara en el segundo balón que tocaba en el encuentro. La había tenido Vinicius antes, que erró como de costumbre, y Lopetegui desde la grada ya estaba preparado para dar entrada a Óscar y Óliver Torres para controlar el partido que veía como se le iba de las manos.
Aquí iba a llegar, según los de la capital, el ‘robo’ del siglo por parte de Martínez Munuera. En el 71′ de partido se da la jugada más surrealista del encuentro cuando el Real Madrid sale a la contra en un saque de esquina sin ningún jugador del Sevilla cerrando el córner. Benzema acaba delante de Bono, que lo derriba, y el valenciano señala penalti, clarísimo. El caso es que Militao, en ese saque de esquina, la toca con la mano y González González manda a ver esa jugada al colegiado de campo, que acaba señalando la pena máxima a favor del Sevilla que no desperdició Rakitic, poniendo el 1-2 a falta de los doce minutos que restaban para el final y los seis de descuento. Lo nunca visto con el Real Madrid.
Los de Lopetegui acabaron muriendo en la orilla por no cerrar el partido cuando tuvo oportunidad. No gestionó la ventaja ni mucho menos el tiempo de la manera correcta. Desde que el croata anotó no se tendría que haber disputado ni un solo minuto de los dieciocho que quedaban por disputar ni tampoco dejar golpear con facilidad a uno de los mejores en ese aspecto de la liga como Kroos, que con fortuna y tras tocar en Hazard logró el empate en el 94′. Fue a trompicones, metiéndose en el partido como buenamente pudo como deben de hacer los equipos grandes cuando no salen las cosas, pero no se pueden perder dos puntos de esa manera ante un Real Madrid.
Ha podido ser juez el Sevilla de esta liga tras lo ocurrido en el Di Stefano, pero lo que también ha sido es verdugo de sus propias aspiraciones. Ante el Athletic poco había que achacarle a Lopetegui y a los suyos, pero hoy, ante un Real Madrid tocado anímicamente y plagado de bajas, no se puede jugar diez minutos de una manera espectacular y ochenta de otra. A seguir, que no es poco.
Ficha técnica
Once del Real Madrid: Courtois; Odriozola, Militao, Nacho, Marcelo (65′, Miguel Gutiérrez); Casemiro, Modric (65′, Asensio), Kroos, Valverde; Vinicius y Benzema.
Once del Sevilla FC: Bono; Navas, Koundé, Diego Carlos, Acuña; Fernando, Jordán (83′, Gudelj), Rakitic (87′, Óliver Torres); Suso (83′, Óscar Rodríguez), Ocampos (87′, De Jong) y Papu Gómez (56′, En Nesyri).
Goles: 0-1 (22′, Fernando), 1-1, 1-2 (78′, Rakitic p.p), 2-2 (90+4′, Hazard).
Arbitraje: Martínez Munuera (Comité Valenciano). Amonestó a Casemiro en el Real Madrid. Suso y Gudelj vieron amarilla por el lado nervionense.