Vuelve el fútbol al Ramón Sánchez-Pizjuán. La primera vez después de ver como las aspiraciones se desvanecían poco a poco al igual que un castillo de naipes. Así llega una noche de fútbol que —aunque carezca de glamour— no por ello deja de ser decisiva.
La fortaleza como local
Sin duda, la grada se ha convertido de forma inesperada en un actor principal para el tramo final de LaLiga. Ya sin opciones de tocar plata, los cinco partidos que restan en Nervión jugarán un papel fundamental en el destino final. La sombra de un posible sorpasso ya sobrevuela por los alrededores. El primer obstáculo será un Granada que busca alejarse un poco más de los puestos de descenso. Con únicamente tres puntos de ventaja sobre el Mallorca, antepenúltimo clasificado, los nazaríes solo han obtenido una victoria en las doce últimas jornadas, necesitando como nunca volver a reencontrarse con ella.
Vuelve el ‘Papu’ Gómez
Después de su lesión en el derbi ante el Real Betis, una de las mejores noticias de cara al encuentro es la recuperación del que estaba siendo el jugador más decisivo del equipo. El ‘Papu’ Gómez volverá a estar a disposición del técnico, lo que hace intuir una presumible variación del esquema para darle libertad de movimientos en la mediapunta.
La batalla de la falta de gol
Indudablemente, una de las tareas pendientes del equipo sigue siendo materializar ocasiones. Tras el partido en el Camp Nou, quedó señalada una delantera con una creciente falta de acierto en la toma de decisiones. Porque no hay que olvidar que, independientemente del juego, es ahí donde se deciden los marcadores. Anthony Martial, cuestionado por la grada; Rafa Mir, aún sin mostrar su mejor versión; y un desubicado Youssef En-Nesyri, a años luz del delantero que fue la pasada temporada, cargarán con la responsabilidad.