El extremo argentino del Sevilla FC, Lucas Ocampos, no termina de arrancar esta temporada. En nueve partidos disputados, tan solo ha marcado un gol (de penalti) y repartido una asistencia. Además, no aparece cuando el equipo más lo necesita, y cuando lo hace no está acertado.
La temporada pasada, Ocampos fue el jugador más destacado del Sevilla. Aparte de los 17 goles y las cinco asistencias, el argentino era una amenaza constante para los rivales, como un puñal cada vez que recibía el balón por la banda derecha. Asociándose con Navas, la banda diestra del conjunto hispalense la temporada pasada daba miedo, y era desde donde partían la gran mayoría de las ocasiones.
En los nueve partidos que se han jugado esta temporada, aún no se ha visto a ese jugador desequilibrante al que acostumbra. A su favor hay que decir, que cuando juega en banda izquierda todo es más difícil para él, sobre todo la falta de un apoyo incansable como el capitán. Pero esto no debe ser una excusa, ya que la recta final de la Europa League también jugó en ese costado e hizo actuaciones destacadas. Además, Lopetegui también lo ha alineado en banda derecha, como por ejemplo el pasado sábado en San Mamés y, salvo la asistencia a En Nesyri (que llegó desde la izquierda tras un córner), su actuación pasó casi desapercibida.
Ocampos está falto de confianza. También el cansancio está haciendo mella en el futbolista, que lleva jugándolo todo desde prácticamente el comienzo de la temporada pasada, además de los compromisos internacionales. Al de Quilmes le hace falta un gol para recuperarse y volver a dar la mejor versión cada fin de semana con la elástica sevillista. Mientras siga frustrándose cuando algo no le salga bien y siga peleando cada balón como lo hace, no hay de qué preocuparse.
Está claro que es un momento pasajero y es cuestión de tiempo que volvamos a ver la mejor versión del extremo argentino. Hay que tener paciencia y el resultado llegará.