El fichaje de Yevhen Konoplyanka por el Sevilla FC pudo ser uno de los que causó más revuelo en toda la historia de la entidad sevillista. Su calidad, la cual pudieron comprobar in situ los sevillistas en aquella final de la Europa League de 2015 en Polonia cuando vestía la camiseta del Dnipro, lo había puesto en el foco de los grandes clubes europeos, que veían en el futbolista ucraniano un jugador de presente y futuro que podía hacer grandes cosas desde el costado zurdo.
A un paso del Atlético de Madrid, pero…
Konoplyanka fue uno de los nombres propios de ese mercado de verano de 2015. El futbolista acababa contrato con el Dnipro y quedaba como agente libre, una fórmula que a priori puede parecer más sencilla y accesible para cualquier club pero que puede resultar, en ciertos casos, más complicada que negociar con club y jugador. Sus representantes, ante el caché que había obtenido el futbolista, se dedicaron a moverlo por los grandes clubes de Europa buscando al mejor postor, al que más prima de fichaje le dieran al futbolista y a ellos mismos y al que le asegurará brillar en el Viejo Continente.
Sevilla y Atlético de Madrid tomaron ventaja en la carrera por hacerse por los servicios de uno de los futbolistas más apetecibles de ese mercado veraniego. De hecho, los colchoneros estuvieron a punto de contratarlo para sustituir a Arda Turan y el ucraniano llegó a pasar varios días en Madrid a la espera de que las negociaciones llegaran a buen puerto, cosa que finalmente no llegó a suceder. La exigencia física fue uno de los impedimentos que puso Simeone a su contratación, además de las altas pretensiones que demandaban los agentes de Konoplyanka como llegaron a recalcar fuentes del Atlético de Madrid a Mundo Deportivo: “Está actuando como un agente libre de la NBA, yendo de un sitio a otro con las oferta de uno y otro equipo, para que el de enfrente la suba nuevamente”.
En esas negociaciones eternas que llevaron a cabo los agentes para encontrar acomodo al internacional con Ucrania el Sevilla FC llegó a descartarlo. Tanto José Castro como Monchi, en una rueda de prensa de presentación de los fichajes para esa 15/16, llegaron a decir públicamente que “el proyecto se había puesto en peligro” por la compleja negociación y que “los tiempos que se habían marcado con Konoplyanka se habían cumplido“. Estas declaraciones, a posteriori, son reflejo de que sirvieron como medida de presión al futbolista y a sus voraces agentes puesto que el 9 de julio se hizo oficial su contratación por la entidad nervionense.
Pinceladas de talento a pesar de un ecosistema al que nunca pudo adaptarse
Una vez firmó su contrato con el Sevilla FC, Konoplyanka cuajó un comienzo de temporada ilusionante. Con un tanto en una de las Supercopa de Europa más emocionantes de la historia, la de 2015 que acabó 5-4 a favor del Barça tras una remontada espectacular por parte de los nervionenses, el ucraniano no pudo empezar con mejor pie su andadura en el fútbol español.
Tras un primer mes en el que sus cifras se mantuvieron inmóviles, el mes de octubre fue espectacular. Una actuación en el Etihad Stadium digna de su talento pese a la derrota sevillista por 2-1 y cinco asistencias y dos tantos más crearon aún más expectativas de las que había en su figura. El sevillismo anhelaba un futbolista de esos llamados a ser diferenciales, que levantara a la gente de su asiento y tuviera esas cualidades que lo hacen apuntar a crack mundial.
Emery: “Está teniendo actitud desde que llegó, está dando pasos firmes y en el terreno de juego va aportando cosas y entendido la estrategia del equipo
Con los futbolistas de la zona de fuerte impacto por la cultura rusa y que disienten tanto de la mediterránea hay que tener especial cuidado. El caso de Kerzhakov varios años antes fue un ejemplo claro que la calidad y la adaptación deben ir de la mano para obtener rendimiento. Con Konoplyanka ocurrió algo parecido en la segunda mitad de la temporada, en la que apareció mucho menos y empezó a compaginar el banquillo con la titularidad pese a dejar actuaciones desilusionantes para el futbolista que había demostrado ser. El gol al Villarreal fue una de las últimas pinceladas del talento que atesoraba el ucraniano y del que, seguro, tienen recuerdo los sevillistas.
Schalke 04, otro destino en el que no llegó a aclimatarse
Ante los problemas de adaptación del ucraniano en Andalucía el Sevilla aceptó la oferta del Schalke 04 en la siguiente ventana estival de fichajes. El fugaz paso de Yevhen Konoplyanka por Nervión dejó pinceladas de su talento, muchas expectativas frustradas y 14 millones de euros.
Lo cierto es que en la Bundesliga tampoco le iría mucho mejor al futbolista ucraniano. A mitad de temporada se rompió totalmente la relación con su entrenador, Markus Weinzierl, tras unas declaraciones de Konoplyanka sobre una reunión que mantuvo con el técnico alemán: “Es un cobarde. No va a continuar como entrenador de este equipo. De lo contrario, el Schalke bajará a segunda división. Me reuní con él y pude hablar a través de un traductor. Él me dijo que debía buscarme un nuevo club y yo le dije: ‘¿Usted cree que va a estar más tiempo que yo aquí?“. El técnico, tras esa ‘rajada’, no cerró el culebrón y llegó a decir que “ningún equipo de Europa querría a Konoplyanka“. A final de temporada Weizierl fue despedido tras terminar como décimo clasificado en la 16/17 y Tedesco sería su relevo.
Una vez que una de las partes conflictivas estaba fuera -el entrenador- quedaba de mostrar si la otra tenía razón. En este sentido, las dos temporadas siguientes de Konoplyanka se pueden resumir en estos datos: 3.000 minutos disputados, siete goles y otras siete asistencias.
Ya no había excusa para el futbolista ucraniano. Ni en España primero ni en Alemania después había podido demostrar lo que se presuponía de él. No era la calidad el problema, porque la tenía. El verdadero impedimento de Konoplyanka era la adaptación a otra ciudad y otra cultura. Ese problema contextual acaba dinamitando carreras de enormes futbolistas y pueden hacer un daño irreparable.
Y en el Shakhtar, tampoco
Tras cuatro temporadas fuera de su país natal y su caché por los suelos, el reducto del Shakthar Donestk, club plagado de brasileños y ucraniano, fue su isla desierta en medio de una tormenta que amenazaba, casi con toda seguridad, con terminar con su carrera. Tenía la esperanza de abrir una nueva etapa y reencontrarse con ese fútbol que le había permitido ser el líder de aquel Dnipro que le peleó al Sevilla FC una Europa League, pero ni aquel equipo volvería -desapareció en 2019- ni tampoco aquel futbolista diferencial.
Entre las dos temporadas que lleva en el Shakthar, Konoplyanka ha disputado 1.843 minutos, 1.496 de éstos los disputó en la 19/20 y los restantes en la 20/21 por un desgarro muscular que lo ha tenido fuera casi toda la temporada y que ejemplifica lo que ha sido la carrera del futbolista después de llegar al Sevilla.
La fase de adaptación a una ciudad distinta es, quizás, la más crucial para todo profesional. Salir de la zona de confort y enfrentarte a cosas que en tu cultura son casi inconcebibles es un proceso lento pero esencial para desempeñar tu trabajo de la mejorar manera. El caso de Konoplyanka nos recuerda, por enésima vez, la importancia de que sin este proceso no existe rendimiento.