Si Chris Gardner, protagonista de ‘En busca de la felicidad’, se hubiese rendido en su momento jamás hubiese triunfado en su camino hacia el éxito. Después de un mercado de fichajes extraño y que no ha reparado -al menos por ahora- los ‘boquetes’ del barco de Julen Lopetegui tras las salidas de Diego Carlos y Koundé, el técnico vasco tiene por delante un campo de minas que tiene que sortear. El fútbol no conoce el significado de paciencia, tampoco la perseverancia sin talento, pero sí reconoce a los grandes. El Sevilla FC afronta este mismo sábado a las 21:00 horas el encuentro ante el FC Barcelona con el objetivo de que sea el punto de inflexión que tanto esperan futbolistas, cuerpo técnico, directivos y aficionados tras el peor arranque de la entidad en el siglo XXI.
El mercado ha sido complicado en Nervión. Pese a las críticas de la prensa y sus propios aficionados, el Consejo de Administración ha logrado evitar la sanción de UEFA por incumplir el Fair Play financiero y armar un equipo que, pese a que le faltan muchas piezas, debe pelear por el objetivo de la Liga de Campeones. Cada uno puede tener las discrepancias que crea convenientes sobre cómo se ha actuado en el mercado, si se debería de haber fichado esto o aquello, pero un plantel que viene de tres clasificaciones consecutivas a Champions y de soñar con una liga tiene, por obligación, que pelear por cada competición que dispute. Con más o menos tiempo para que funcione y encajen las nuevas piezas, pero debe de dar guerra para pelear por su sitio en los últimos años.
Quizás el tiempo sea el gran problema de esta ecuación. En una sociedad que no tiene -ni quiere- perder más tiempo del único y necesario no existe la definición de paciencia. El fútbol tampoco la conoce porque vive del aquí y del ahora, pero lo cierto es que todo cambio que se realiza en un sistema requiere de tiempo para su buen funcionamiento. Hay que conocer cómo funciona, si no da errores no planificados y, sobre todo, si el cambio -forzado- puede mejorar lo que hay. Ese estudio requiere tiempo, y guste más o guste menos, el Sevilla FC lo necesita tras perder a las dos piezas más importantes de este pasado trienio. El propio Lopetegui reconocía en rueda de prensa que estaba trabajando para hacer “un nuevo equipo” cuando, si nos ponemos el disfraz de matemático, sólo se han marchado tres titulares en este verano tumultuoso. En la previa de la primera jornada, sin ir más lejos, hablábamos de esto mismo.
Si algo tiene Julen Lopetegui, por lo que comentan los que lo conocen, es que es un trabajador incansable. De llegar el primer a la Ciudad Deportiva, salir el último y revisar, seguro, algún detalle en casa. En el fútbol, por desgracia, la perseverancia por sí sola no da resultados, pero si en la ecuación metemos el talento ya cambia la cosa. Si el vasco ha destacado por algo en su carrera ha sido por pasar por grandes clubes y la Selección Española, y ahí no se llega con trabajo únicamente. El de Asteasu, que no está ni mucho menos en su mejor momento como el resto de la plantilla, esperaba otra cosa del mercado. No se ha podido dar por las condiciones económicas, pero si algo tienen los técnicos vascos que han pasado por Nervión -él uno de ellos- es que acaban por dar con la tecla en momentos críticos. El Barça no es el mejor rival para ello, pero es el que toca.
Mientras está buscando la felicidad, Julen Lopetegui recupera a Marcos Acuña para el encuentro ante los culés y contará con la novedad de Dolberg, no así con Januzaj que llegó a Sevilla fuera de tono. La nota negativa la pone Rekik, que no estará a su disposición por una lesión ante el Almería. Esto último complica aún más el asunto, puesto que con Marcao fuera de combate solo cuenta con Nianzou y Carmona como centrales puros. Veremos cómo resuelve la problemática el vasco, que contará con Bono, Dmitrovic, Alberto Flores, Jesús Navas, Montiel, Nianzou, Kike Salas, José Ángel, Acuña, Alex Telles, Fernando, Gudelj, Delaney, Joan Jordán, Óliver Torres, Rakitic, Lamela, Suso, Isco, Papu Gómez, Dolberg, Rafa Mir y En-Nesyri para la cita.
Un “engañoso” Sevilla
Los que hemos visto estas tres primeras jornadas de los nervionenses somos conscientes de que ese único punto de los nueve disputados no sería tal si hubiese habido un poquito de pólvora. Xavi Hernández, que los habrá visto, piensa exactamente lo mismo. El técnico catalán, de hecho, ha defendido a Lopetegui públicamente tras lo sucedido en estas tres jornadas y está de acuerdo en que el fútbol no tiene memoria.
Jugar en el Sánchez-Pizjuán no es plato de buen gusto para nadie. Pese al mal momento que atraviesan los nervionenses, al técnico catalán tampoco le hace mucha gracia tener que visitarlo en la jornada 4. Habló en rueda de prensa que espera a un Sevilla “muy agresivo” por el devenir de estas primeras jornadas y tienen claro que “tienen demostrar la mejor versión porque es una prueba de fuego importante”.
El mercado que ha realizado Joan Laporta ha sido, probablemente, el mejor de la historia del FC Barcelona a pesar de los gravísimos problemas económicos que atraviesa. Lewandowski, Raphinha, Koundé -que vuelve pronto-, Kessié, Christensen, Bellerín y Marcos Alonso, Casi nada la calidad de todos ellos y el pastizal desembolsado. Algún día se aclarará, realmente, cómo ha podido moverse de esa forma con la deuda que arrastraban.