Estos primeros meses de la 20/21 están siendo una carrera de obstáculos para el Sevilla FC. Entre lesiones, Coronavirus y desgaste físico, Lopetegui está haciendo malabares para que los suyos sean un equipo regular. Cuando las cosas se torcían había un futbolista que era capaz de echarse el equipo a la espalda y darle la ventaja en el marcador y esta temporada, por una cosa o por otra, no lo está haciendo. Sí, estamos hablando de Lucas Ocampos.
Para hablar del argentino tenemos que aclarar que jamás ha sido un futbolista regular ni un goleador. Ni en Mónaco, ni en Milán ni en Marsella logró mantener un rendimiento estable y eso le cerró muchas puertas. Era uno de sus principales hándicaps para los equipos que se interesaban en él. Con un físico privilegiado y una calidad innata, sus picos de forma traían por el camino de la amargura a los distintos entrenadores que ha tenido a lo largo de su carrera. Sus cifras de goles tampoco eran nada del otro mundo porque la responsabilidad del gol no recaía sobre él, pero su marcada faceta ofensiva le permitía rozar o llegar a la decena de goles por temporada.
La temporada pasada fue atípica para él. Afrontando un nuevo reto y siendo parte de la primera temporada de un nuevo proyecto, Ocampos cargó con la responsabilidad del gol, que en vez de recaer sobre el delantero cayó sobre él. La forma de interpretar el fútbol de Lopetegui era así y sigue siéndolo, por mucho que los que tengan que meter los goles sean los arietes. El argentino se destapó con creces y cumplió su misión: ser la referencia ofensiva de todo un campeón de la Europa League anotando 17 goles entre todas las competiciones.
La compleja situación que vivimos ha propiciado que entre una temporada y otra el tiempo de descanso haya sido mínimo y está mermando el desempeño de Lucas Ocampos este curso. No estamos hablando precisamente de números, que todos pueden consultar, si no de rendimiento. El argentino se muestra ansioso por salir de esta situación y le hace perder, en muchas fases de los encuentros, la concentración. En jugadas que antes resolvía con una facilidad pasmosa, ahora no es capaz de encontrar la mejor solución y eso se ve en cada partido.
Uno de los ejemplos más recientes de que el argentino no está en un buen estado de forma es el encuentro ante el Getafe. Cuando el partido pedía ampliar el campo con los laterales metiendo a los extremos hacia dentro para ser más vertical y estirar a los de Bordalás, Ocampos prefería salir por fuera cortándole el camino a Marcos Acuña. Fue un problema de ocupación de espacios que solucionó Lopetegui tras el paso por los vestuarios, pero es un síntoma de que la ansiedad, el cansancio o cualquier otro motivo, está lastrando al ‘potro’ argentino.
La vuelta de Suso, que parece estar al mismo nivel que cuando tuvo que estar un mes fuera los terrenos de juego, y los minutos que se le están dando a Idrissi podrían darle a Lucas el descanso que necesita. Es un jugador diferencial y que puede resolverte encuentros en jugadas aisladas, pero su desempeño en esta temporada -hasta la fecha- podría estar lastrando al Sevilla FC, que tiene variantes para sustituirlo hasta que logre, al menos, quitarse ese peso que lleva en sus hombros y que no le deja ser ese futbolista que vimos la pasada campaña.