La llegada de Jesús Manuel Corona Ruíz al Sevilla, apodado como ‘Tecatito’, hace tachar de la lista de deseos a un futbolista del gusto de la secretaría técnica (lleva varios veranos sonando su fichaje) y del cuerpo técnico (Lopetegui lo conoce porque lo fichó para ‘su Porto’).
Ya está incorporado de pleno a la rutina sevillista, porque ya ha tenido sus primeros minutos con la elástica nervionense y también ha sido presentado, en sociedad, ante los medios de comunicación.
Primeramente, para conocerlo un poco más, habría que repasar su trayectoria, concretamente, en Europa. Empezó de la mano del Twente (Países Bajos), donde estuvo dos temporadas y jugó poco más de 50 partidos durante dos años.



En el Porto ha permanecido seis años y medio
En verano de 2015, ‘llamó a su puerta’ uno de los tres ‘gigantes’ de Portugal. El Porto lo fichó para el proyecto, precisamente, de su actual entrenador: Julen Lopetegui, quien duró en el cargo hasta enero de 2016. Ha sido pieza clave para todos los técnicos que ha tenido el país luso: Julen Lopetegui, Nuno Espirito Santo, José Peseiro y Sérgio Conceição (éste último es el actual entrenador del Porto).



Si destacamos su mejor temporada, en cuanto a guarismos, seguramente sea la 2019/20, donde realizó 14 asistencias y anotó cuatro tantos, ocupando las tres posibles posiciones del sector derecho, muchas como lateral (30 encuentros). Esta primera parte de la actual temporada no ha sido ni mucho menos titular con el Porto y, dado su escasa vinculación que le quedaban con los portugueses, el club decidió venderle al Sevilla para que no se fuese gratis el verano de 2022.
Su presencia en la UEFA Champions League ha estado más asegurada. De esta situación, el ‘Tecatito’ se ha aprovechado para coger experiencia y acumular 41 partidos en la máxima competición de clubes. En las últimas seis temporadas ha estado acostumbrado a vivir con la exigencia que tiene el equipo más laureado e importante del fútbol portugués en el S. XXI.
Cualidades de Tecatito para beneficio del Sevilla



Con las bajas de larga duración de Lamela y Suso, hace prever que su ingreso en el terreno de juego se haga desde los extremos, ya sea desde el sector derecho o izquierdo, partiendo con la competencia de ‘Papu’ Gómez y Lucas Ocampos. Si vemos la última imagen, ‘Tecatito’ Corona tiene la polivalencia como uno de sus puntos fuertes.
El mexicano destaca, en gran parte, por su prodigiosa técnica con el balón, donde resaltan sus hábiles bicicletas y sus constantes salidas por ambos pies.
As páginas que escreveste no FC Porto não se apagam. Felicidades, ???????? ?#FCPorto #ComoNósUmdeNós @jesustecatitoc pic.twitter.com/eJXKS0zX63
— FC Porto (@FCPorto) January 14, 2022
Gracias a esa misma destreza es un futbolista muy asociativo que busca constantemente las paredes tanto por dentro como por banda. Debido a esto, Corona tiende a recaer al interior para incidir más en el juego del equipo y sobre todo para buscar y filtrar esos últimos pases o inclusive probar el tiro desde la frontal, otras de sus capacidades.
En cuanto a los puntos débiles, y él mismo lo reconoce, no es un especialista en el juego áereo y le falta ‘mayor colmillo’ de cara a puerta.
En fase ofensiva: visión de juego
‘Tecatito’ Corona es un auténtico especialista en atacar los espacios que se dejan los rivales trazando desmarques de ruptura. No en vano, también ve y ejecuta pases para los desmarques de sus propios compañeros, en este caso el de su punta de referencia, Marega.
Además de hacer desmarques para crear ocasiones de gol, también los realiza para atraer rivales y, con ello, abrir espacios para que otros compañeros puedan generar una ocasión. Aquí se ve perfectamente como atraer a dos defensores:
Por último, en las transiciones ofensivas, apreciamos como le gusta y se posiciona muy a menudo por carriles interiores. Aquí vemos como distribuye el juego hacia la derecha y lo capitanea la contra:
Muy importante este detalle en el sistema del Sevilla de Julen Lopetegui, ya que la mejor versión de este equipo se ha producido cuando se han agilizado los ataques, jugar de un lado a otro con rapidez con buenos cambios de orientación, pudiendo pillar a la defensa rival girada y sin bascular correctamente.
Con 29 años da un paso más en su carrera y no se espera de él otra cosa que no sea rendimiento inmediato. Tiene la confianza del técnico, quien sabe la calidad del jugador y de sus virtudes.