Los ilicitanos han estado muy activos en este mercado de fichajes, trayendo hasta 6 nuevos futbolistas, con el mero fin de mejorar la plantilla de antaño y poder definitivamente sellar la permanencia de manera tranquila y no como el año pasado, los cuales quedaron antepenúltimo y a tan solo dos puntos del ya descendido equipo altoaragonés.
No obstante, en cuanto a variables tácticas se refiere, Fran Escribá seguirá implantando su modelo de juego, con un equipo rocoso en defensa y en ataque rápido y vertical por las bandas, teniendo jugadores muy pragmáticos a la hora de montar una transiciones ofensiva. No en vano, posicionalmente el técnico del Elche no se encierra en un mismo sistema táctico, dependiendo del equipo varía de un 3-5-2 a un 4-2-3-1. Eso sí, durante el partido suele cambiar de esquema asiduamente en el caso de que las cosas no estén cuadrando.
Pocas bazas, pero las justas
Comenzando desde la retaguardia contamos con dos defensas centrales, normalmente Verdú y Pedro Bigas que van bien en el juego aéreo y en los centros laterales. Son contundentes y van bien al corte. No obstantes, Gonzalo Verdú hay que destacar que cuenta con un gran desplazamiento de balón en largo, teniendo una efectivad de pase del 84.2% la pasada temporada. Pedro Bigas, en ese aspecto no es tan clave, con un 72.2% la pasada campaña.
Centrándonos en los flancos laterales, ambos se proyectan muy bien en ataque y se suman asiduamente al equipo para crear superioridad por la banda y buscar el centro al área. En ese aspecto Johan Mojica-el nuevo lateral izquierdo del Elche- es clave. Gracias a su punta de velocidad se incorpora rápido al ataque haciendo que el vuelque su juego por la izquierda. Aún así, desde la otra banda, el otro colombiano, Palacios, también se desenvuelve bastante bien.
La cosa va de tridentes y duplas
Ya en la sala de máquinas, los más habituales son Marcone, Fidel y Raúl Guti. El tridente franjiverde se complementa muy bien a la hora de ser el pulmón del equipo, con un Marcone que está en todas las parcelas del campo, al igual que Fidel, y con la creatividad y la visión de juego de Raúl Guti, el cual conserva una gran facilidad para filtrar pases a los movimientos de sus jugadores de arriba para montar una transición ofensiva rápida. En líneas generales, el Elche con balón lo tiene claro, quieren una salida de balón rápida, por fuera mayoritariamente, sin complicaciones, y arriba ser muy vertical.
Por último, en la punta de la zaga, contamos esta vez con una dupla como es la de Lucas Boyé y Pere Milla. Ambos, junto a los mediocentros se encargan de realizar una presión al rival fuerte pero no constante para forzar el error rival e hincar el diente rápidamente. Entienden perfectamente cuando hacerla y cuando mantenerse en la zona. Sea como fuere, Lucas Boyé, el galope de Santa Fe, tiende a adelantarse a Pere Milla para aprovechar su buen juego de espalda y sus desmarques de ruptura. No obstante, también es muy propenso a fijar centrales para así abrir espacios por la banda.
Un poco mas retrasado de demarcación se encuentra Pere Milla, así por decir, en el centro de las operaciones, desplegando el juego ilicitano de banda a banda y aprovechando también su buena visión para filtrar pases al área enemiga. También hay que destacar su golpeo de balón.
Equilibrio de bazas
Sin duda el Elche CF tiene pocas bazas pero las necesarias para formar un equilibrio perfecto tanto en ataque como en defensa. Saben a lo que juegan y van a ejecutar lo que mejor saben, presionar al rival, estar cómodo sin balón, y aprovechar cualquier contraataque o transición ofensiva imprimiendo la regla de la doble V, verticalidad y velocidad. Es por eso que los de Julen Lopetegui no se deben de fiar con los del Ebro.