Erik Ten Hag subestimó al Sevilla FC. En cualquier otra competición, visto el resultado y las sensaciones, agotar los cambios en el tiempo y hora en los que los hizo le habría salido bien, pero en Europa no. La Europa League será, por los tiempos de los tiempos, la competición que juegan 58 equipos y que casi siempre la gana el Sevilla.
Que los nervionenses iban a sufrir en Old Trafford era evidente, pero tras la oficialidad del once del Sevilla a más de uno -y de dos- se le ‘abrieron las carnes’. Montiel, Nianzou, Marcao, Óliver como falso extremo zurdo y Lamela en punta. Mendilibar experimentó como el niño al que le regalan por primera vez un microscopio en el partido más importante de su carrera deportiva y no le pudo salir peor de primeras. La peligrosidad del United de mediocampo hacia adelante y la rapidez con la que juegan al fútbol, un clásico del Ajax de Ten Hag que llegó a ‘semis’ de la Liga de Campeones, desarbolaba a cualquiera. Jugar a pocos toques, muy tensos y con los riesgos que asumía el Sevilla en defensa, además de los errores de Nianzou y Marcao, hicieron que Sabitzer anotara dos goles en apenas 20 minutos.
El once alineado solo tiene una explicación: Valencia. Mendilibar quería salir ileso de Old Trafford, con un once más propio de Sampaoli que suyo. Sin referencia arriba, porque con Rafa Mir tampoco cuenta, y con equipo ultradefensivo, creyó que podía minimizar al United. Lo peor de todo es que los goles llegaron por errores propios, porque el Sevilla, con balón, lo tenía muy claro e incluso llegaba con cierta facilidad. Otra cosa era poner a prueba a De Gea, pero llegar a la frontal era muy asequible. Nianzou fue el único que probó al madrileño al filo del descanso con un buen cabezazo.
El paso por los vestuarios le dio ciertas alas al Sevilla. La entrada de Navas por un perdidísimo Óliver Torres le dio más ‘punch’ por izquierda, porque durante los primeros 45 minutos Ocampos puso el listón muy alto por el lado contrario. Con el argentino por allí y con Navas haciendo un doble lateral con Montiel, Mendilibar buscaba lo que siempre busca: cantidad antes que calidad. De aquellos barros, estos lodos. Sabía que alguna colaría, tarde o temprano.
Mientras tanto, Nianzou y Marcao fueron recuperando sensaciones. Después de los errores de ambos en los goles y después de que Antony, que se comió a Acuña, mandase a dormir al brasileño, en su vuelta tras cuatro meses fuera, le diera al palo, los nervionenses fueron ganando presencia en el partido. Los cambios, ineludiblemente, mejoraron al equipo. La entrada de En Nesyri y, sobre todo, la de Suso, le permitieron meter algo de miedo en el cuerpo a los asistentes al ‘Teatro de los Sueños’.
En una jugada sin peligro, completamente aislada y a la que no iría nadie a pelearla, apareció el incansable Navas. El que mejor representa al Sevilla en esta competición, ni más ni menos. Malacia dejó pasar la pelota, apareció el palaciego y, tras un ‘pelotazo’ a la bota del lateral de United, la pelota entró. 2-1 en el 84′. El ‘No serán capaces, ¿no?’ empezó a resonar en la cabeza de todos los que estaban viendo el partido.
Y sí. Efectivamente. Fueron capaces. En un partido que se podía perder, tranquilamente, 4-0, el Sevilla sacó un 2-2 milagroso. Con uno más sobre el campo, porque Ten Hag agotó los cambios muy temprano y Lisandro se lesionó de una forma muy extraña, un centro desde muy lejos de Ocampos y un remate al banquillo de Mendilibar de En Nesyri impactó en la cabeza del bueno de Harry Maguire, cambiando la trayectoria y poniendo el segundo del Sevilla. Solo quedaban cinco minutos para que terminase el encuentro, pero si dura cinco más… Ay. El entrenador holandés del United no habría sabido dónde meterse si el encuentro se extiende un poquito más.
“La subestimación puede relacionarse con la desestimación (desechar, denegar) y el menosprecio (el poco aprecio o la poca estimación). Cuando alguien subestima, considera que un ser vivo o un objeto tienen un valor inferior al que en realidad posee”.