El Sevilla FC consiguió ayer su primer triunfo en casa. Un triunfo que permite a los de Sampaoli salir de los puestos de descenso y empezar el año con buen pie, sobre todo en lo emocional, un factor muy importante para un equipo que no está acostumbrado a vivir en los puestos de descenso.
El partido de ayer sacó a relucir la realidad del equipo. Se quiere pero todavía, esperemos, no se puede. Hubieron lascas de buen juego y se vieron por momentos la identidad que quiere plasmar Sampaoli con el equipo, pero todavía falta mucho por progresar en mucho aspectos del juego.
La eficacia salvo ayer a un Sevilla que sufrió en fases de salida de balón. La puesta en marcha del Getafe en cuanto a presión alta fue muy valiente y obtuvo resultado. Hizo un marcaje individual a los Joan Jordán, Nianzou, Fernando y Gudelj con los dos puntas y por detrás tres mediapuntas.
De hecho, Sampaoli se acopló al sistema del Getafe diseñando una salida de tres para crear superioridad con los dos puntas del equipo madrileño, pero Quique Sánchez Flores ganó la partida.
A partir de esas dificultades de salida de balón, donde la toma de decisiones de Jordán no sería muy correcta y donde el mero hecho de situar a Fernando entre centrales perdería criterio en la medular, el Sevilla construyó, pero muy lejos de la portería rival y de lo que quiere Sampaoli.
Una lenta pero ansiada evolución
La gran movilidad de los Oliver Torres entre línea, cayendo a ambos costados y ofreciendo línea de pase, la profundidad de Acuña por banda izquierda para poder armar en un contexto espacio-tiempo adecuado un centro al área y como siempre, los reflejos de gato de Bono, fueron lo mejor de un partido que se vio la lenta pero si evolución de este equipo.
Por otra parte, jugadores como Rakitic o Jordán no dan un paso al frente. Quieren pero en muchas ocasiones se ven superados. Partido muy mediocre de los dos que afirma que el verdadero problema del Sevilla radica en ese mediocampo que necesita desde hace mucho tiempo una reconversión.
Es más, cuando Fernando se posicionó en la medular tras entrar Loic Badé al terreno de juego, el equipo mejoró mucho y se notó la diferencia de la presencia de Fernando en el centro del campo. De ahí, a la gran importancia de asentar una retaguardia sólida y Fernando Reges por delante, como ya se hizo con los Diego Carlos y Jules Koundé.
Lejos de lo que dicta Sampaoli
Pese a algunos momentos buenos del Sevilla en cuanto a construcción e instalación en campo rival, el equipo está lejos de lo que quiere Jorge Sampaoli y de lo que tanto dice y reafirma en rueda de prensa. Ayer, con dos laterales, uno muy notable como Acuña y otro muy potable como Jesús Navas, el equipo generó más arriba pero todavía le falta para ser un equipo competitivo.
Difícilmente se podrá conseguir debido a las lagunas del equipo en muchas demarcaciones y que ponen su foco en la calamitosa planificación de verano, pero, los objetivos de la plantilla a corto plazo deben ser claros; Asentar una retaguardia sólida con Fernando Reges por delante, seguir apostando por los laterales altos y que profundicen, mantener el nivel de los Oliver Torres y Lamela que pueden dar más de sí, recuperar a Tecatito, una pieza que aporta un perfil diferente al que cuenta la plantilla y que se asiente Rafa Mir como delantero.
Me faltarán algunos objetivos pero esa es la realidad. El Sevilla tiene que salvar como sea esta temporada donde tiene una tormenta tanto en deportivo como en los institucional y debe progresar lo más rápido posible en cuanto a fútbol se refiere.
Se está progresando, sí, ayer se vieron lascas de buen juego, pero todavía que camino que recorrer.