En el arranque de la segunda vuelta, el Sevilla empezaría a carburar en su juego mediante la figura de un Papu que iba progresando positivamente, incidiendo aún más en el juego del equipo, gracias, en gran parte, a la libertad de movimientos que le brindaría Julen Lopetegui y un sistema de juego acoplado en cierta manera para él, el 1-4-2-3-1.
No obstante, el mal de las lesiones volvería a pasar factura. En el derbi, por el minuto 29′, el Papu Gómez abandonaría el verde con ciertas molestias musculares que se han ido prorrogando y ha significado la no convocatoria desde aquel encuentro.
Sea como fuere, la perspicacia, claridad y verticalidad en el último tercio de campo se ha hecho notar en partidos como contra el Alavés o Rayo Vallecano.
La estadística es infalible
Aún jugando menos partidos que la mayoría de titulares indiscutibles en el once de gala, es el 5º mejor jugador de la plantilla en las acciones de creación de tiros (SCA) con 34. En las acciones de creación de goles (GCA) tiene hasta 4.
Además, es el 3º jugador de la plantilla que más progresa con el balón hacía el área rival, por detrás de jugadores como Acuña, no es de sorprender sus constantes proyecciones en ataque y Koundé cuando flota por el costado en busca de crear superioridades en la banda.
Al mismo hilo, es el jugador de la plantilla que más balones recibe y posteriormente progresa con él en en 3/4 de campo. En Liga, entra en el TOP 10, junto a jugadores como Iker Muniain.
Ya para terminar, destacar que ese ánimo vertical que genera en el último tercio de campo le hace ser el 4º jugador que más faltas recibe en el Sevilla y entra en el Top 10 de LaLiga.
Su hedonismo se encuentra en la libertad
Como si de una teoría filosófica se tratase, el internacional argentino vive por y para la libertad de movimientos. Esa libertad de movimientos, mayoritariamente pisando el costado izquierdo ha hecho que el flanco que comandado Acuña sea también muy peligroso en ataque, cuando en los últimos años el costado que verdaderamente ha generado peligro haya sido el derecho. En cierta manera, el Papu ha hecho explotar la profundidad de Acuña y aprovechar ese contexto en los partidos.


De ahí a que en esto últimos dos años se ha haya igualado ambos costados, cuando, preferentemente, el Sevilla generaba mucho más por la derecha que por la izquierda.
Pese a que el jugador argentino le guste recaer en todos lados, ayudando en fase de elaboración, apareciendo por la derecha, por pasillo interior, le gusta elaborar jugadas por la izquierda, como vemos en el mapa de calor que nos proporciona @DriblabES.
Ya desde la izquierda también ejecuta pases progresivos al otro costado, a base de cambios de orientación para las incorporaciones rápidas de los Jesús Navas o los desmarques de ruptura que tantas veces vemos en los partidos por parte de Ocampos. Estos pases progresivos, normalmente cambios de orientación, son el principal arma que el Sevilla explota para progresar rápida en ataque por ambos costados.
Verticalidad pura la que imprime en estos desplazamientos en largo, preferentemente para el flanco derecho pero también al costado izquierdo, que como venimos diciendo, también está generando mucho peligro principalmente por la figura un Acuña que está profundizando mucho esta temporada, siendo el segundo jugador del equipo que más progresa con el balón hacía campo rival.
Una de cal y otra de arena
En cuanto a las métricas con balón, ajustadas a la posesión del equipo y medidas de 90′ que nos proporcionan de manera muy ilustrativa los compañeros de Driblab, el Papu Gómez peca en varios aspectos pero a la vez los impera en otros, teniendo grandes registros.
Si empezamos con sus porcentaje de éxito en pases, los registros son más que correctos. Cuanto con un 88.3% de éxito de pase, a sabiendas que ejecuta asiduamente muchos desplazamientos en largo hacía el otro costado que siempre son más difíciles de conectar. Uno de sus otros puntos fuertes es el porcentaje de retención del balón en campo rival, y que va a juego con su primer puesto de la plantilla que más balones recibe y hace progresar en el último tercio de campo. Su porcentaje es del 83.9%, cifra más que excelsa.
Avanzando mucho más en la estadística avanzada, hay que hablar del xT en juego, es decir, el Peligro esperado por parte del Papu. Esta métrica mide cómo cambia la probabilidad de marcar un gol antes y después de que la toque el jugador en líneas generales, dando valor a las acciones que llevan a tu equipo hacia situaciones que crean una amenaza mayor. La métrica otorga puntos a una acción dada su posición inicial en el campo. Es decir, el Papu Gomez, en las acciones de mayor peligro, aumenta hasta un 22% la probabilidad de que esa jugada acabe en gol.
Sin embargo, no todos los jugadores son perfecto, siempre tienen su punto débil que se van mejorando mientras van progresando. Esos puntos débiles son los balones que pierde en campo propio por partido, 2,33, que generalmente son propiciados por su iniciativa de arriesgar para generar situaciones de transiciones ofensivas rápidas y que a veces erra en eso. Y también destacar las ocasiones creadas por partido, de 0.97. Esto nos muestra que le falta el punto de peligro que estaba consiguiendo al principio de esta segunda vuelta antes de lesionarse ante el Betis.