15 de mayo de 2010, jornada 38 de la Liga BBVA. El Sevilla FC tenía que ganar al Almería si quería jugar la fase previa de la Champions League. Por el otro lado estaban los locales, ya salvados y sin aspiraciones europeas, jugaron este último encuentro con una inquina considerable, como si de una final se tratase, se esforzaron al máximo para apear al Sevilla de su objetivo.
El fútbol es demasiado. El único deporte capaz de reproducir emociones como los que se vivieron aquella noche sobre el “Estadio de los Juegos Meditarráneos“. El Sevilla, en el minuto 90 de partido, se veía jugando la Europa League. Un choque vibrante, de muchos esfuerzos y encima, los sevillistas con un jugador menos. Se dejó empatar hasta dos veces. Todos los aficionados sevillistas empezaban a resignarse, pero un canterano de aquella época, llamado Rodri, marcó con aquella maniobra acrobática un golazo en el minuto 93, que desató la euforia sevillista allí presente. Se demostró, una vez más, que no existía hermanamiento entre equipos andaluces. El Almería salió con el ‘chuchillo entre los dientes’ y se lo tragó.
¿Recordáis cómo gritastéis este gol? ?
Gol de Rodri en Los Juegos de Mediterráneo
Almería 2-3 Sevilla
15-5-2010#SevillaFC pic.twitter.com/TySgmlGORP— Memoria Sevillista (@MemoriaSevilli1) September 4, 2019
Esa temporada, el Mallorca compitió fantásticamente bien. Permaneció durante toda la campaña 2009/10 en los puestos altos. Quizás, por la denominación de ser la revelación liguera, mereciese por una parte su clasificación a la máxima competición de clubes. Los bermellones veían más cerca que nunca su clasificación a Champions, observaban lo que sucedía suplicando que acabase el choque en la ciudad Andaluza. Rodri no solo clasificó al Sevilla a la Champions, no solo desplazó a los del Mallorca a jugar la Europa League, también destrozó la ‘mala sangre’ de los del Almería, cuyo único propósito parecía que fuese recibir unas vacaciones pagadas en Mallorca.